La falta de políticas públicas efectivas en salud mental en Bogotá

Bogotá enfrenta una crisis de salud mental que no puede ser ignorada. Los casos de ideación suicida, intentos y suicidios consumados han mostrado un incremento preocupante en los últimos años, según cifras oficiales de Saludata y otros documentos clave. A pesar de la existencia de la Política Pública Distrital de Salud Mental 2023-2032, plasmada en el CONPES 34, y del Plan Territorial de Salud 2024-2027, la realidad es que la implementación de estas políticas deja mucho que desear.


Concejos críticos, como los de Julián Triana y Daniel Oviedo, destacan las limitaciones estructurales y culturales de las políticas actuales, mientras expertos en psicología señalan que la falta de recursos y la estigmatización perpetúan esta problemática. Esta investigación analiza cómo las políticas públicas existentes han fallado en responder a la creciente crisis de salud mental y qué pasos podrían tomarse para avanzar.



Un panorama alarmante: Las cifras detrás de la crisis

Ideación suicida: un incremento sostenido




Según los datos de Saludata, los casos de ideación suicida en Bogotá han aumentado desde 2012. Este crecimiento afecta especialmente a adolescentes y jóvenes adultos, grupos que se enfrentan a múltiples desafíos emocionales, económicos y sociales. En localidades como Kennedy y Suba, los reportes han sido más frecuentes, con tasas que superan los promedios históricos.

 

El CONPES 34 reconoce la necesidad de abordar la conducta suicida como un evento prioritario de salud pública, pero hasta ahora, la implementación de estrategias de prevención no ha logrado frenar esta tendencia.


 

"Estos datos muestran una tendencia preocupante, especialmente en jóvenes de 15 a 29 años, quienes representan un alto porcentaje de los casos." – Saludata.


Intentos de suicidio: Género y edad marcan las diferencias



En cuanto a intentos de suicidio, los datos revelan una disparidad de género: las mujeres realizan más intentos, pero los hombres tienden a completar el acto en mayor proporción. Según registros de Saludata: 
 

  • Los intentos se concentran en adolescentes y adultos jóvenes de entre 12 y 28 años.
  • Las mujeres reportan mayores intentos en las etapas de adolescencia y adultez temprana, mientras que los hombres presentan un incremento notable en la adultez media y avanzada.


 El Plan Territorial de Salud busca atender esta problemática mediante estrategias de atención primaria y programas dirigidos a grupos vulnerables. Sin embargo, la efectividad de estas medidas es cuestionada por expertos y ciudadanos.

Suicidios consumados: Hombres, las principales víctimas


Las tasas de suicidio consumado son alarmantes, especialmente entre los hombres, quienes representan la mayoría de los casos reportados. La falta de servicios de atención inmediata y la escasa presencia de centros especializados en salud mental contribuyen significativamente a esta tendencia.


"Los hombres no buscan apoyo por el estigma social. Esto los lleva a tomar decisiones fatales sin haber recibido atención adecuada." – Lina Maria Gonzalez, psicóloga experta.


Políticas públicas: Buenas intenciones, pobre implementación


El CONPES 34: un marco amplio con retos pendientes


El CONPES 34 de 2023-2032 establece las bases de la Política Pública Distrital de Salud Mental para Bogotá. Este documento busca posicionar la salud mental como un derecho fundamental y promover estrategias de prevención, atención integral y rehabilitación en un marco intersectorial. Sin embargo, su implementación enfrenta serios desafíos.


Una propuesta ambiciosa con limitaciones


Entre los objetivos centrales del CONPES se incluyen:


  • Promover un enfoque preventivo, desde la promoción del bienestar hasta la atención temprana de problemas emocionales.
  • Fomentar la intersectorialidad entre educación, cultura, salud y seguridad.
  • Garantizar el acceso a servicios de salud mental de calidad para toda la población.


A pesar de estas metas, las críticas apuntan a la falta de mecanismos claros para convertir estas propuestas en acciones concretas. Según el concejal Daniel Oviedo:


"Los conceptos y enfoques que plantea el CONPES son importantes, pero lo que no podemos seguir haciendo es quedarnos en 'evaluar' y 'considerar'. Necesitamos acciones resolutivas."


Además, el documento carece de indicadores específicos que permitan medir su impacto en la población, un vacío señalado por expertos como la psicóloga Ana Paula Marof:


"Un plan no es efectivo si no se traduce en infraestructura, recursos y acceso inmediato para las personas en crisis."



El Plan Territorial de Salud: complementario, pero insuficiente


El Plan Territorial de Salud Bogotá D.C. 2024-2027 complementa las directrices del CONPES al enfocar las estrategias en la atención primaria y la promoción de la salud en las comunidades. Sin embargo, cuando se trata de salud mental, este documento muestra una visión limitada que no responde plenamente a la magnitud de la crisis en Bogotá.


Puntos críticos en el abordaje del Plan Territorial


  1. Falta de acciones específicas:


Aunque el plan menciona la importancia de la atención primaria en salud mental, no detalla iniciativas concretas para reforzar la infraestructura en localidades con mayores índices de ideación e intentos de suicidio, como Ciudad Bolívar y Usme. Según el concejal Julián Triana: "Hablar de prevención y atención primaria es un paso necesario, pero sin infraestructura ni recursos en las zonas más vulnerables, estas estrategias no tendrán impacto real."


   2. Ausencia de metas medibles:


El plan no incluye indicadores claros para evaluar la efectividad de las acciones en salud mental, un problema señalado también en el CONPES. Esto dificulta determinar si las estrategias implementadas están logrando reducir las tasas de ideación y suicidio en la ciudad.


   3.  Enfoque generalista:


A pesar de mencionar la salud mental como un componente importante, el documento no articula enfoques diferenciados para grupos específicos, como adolescentes, hombres jóvenes o la comunidad LGBTQ+, quienes enfrentan riesgos particulares. Como lo menciona Lina María González: "Las políticas deben considerar las diferencias entre las poblaciones. No es lo mismo trabajar con hombres jóvenes que con niños o personas mayores; cada grupo necesita un enfoque particular."


Lo que dicen los expertos: Críticas y propuestas


Los testimonios recopilados muestran consenso entre expertos y funcionarios en que tanto el CONPES como el Plan Territorial tienen buenas intenciones, pero carecen de profundidad en su implementación.


Julián Triana, concejal del Partido Verde


"Hoy, para una persona que vive en el sur de Bogotá, preocuparse por su salud mental es un lujo. La oferta pública debe llegar a las localidades más vulnerables. Proponemos que las 'manzanas del cuidado' sean centros de primeros auxilios psicológicos."


Daniel Oviedo, concejal


"La falta de énfasis en poblaciones diferenciadas, como las personas mayores, los jóvenes o las personas con discapacidad, refleja un vacío en la política pública. Necesitamos un enfoque preventivo que considere estas realidades."


Ana Paula Marof, psicóloga


"La salud mental no puede seguir siendo separada del cuerpo. Un sistema que obliga a una persona con depresión a esperar tres meses para una cita está fallando en lo más básico: salvar vidas."


Lina María González, líder social


"El estigma y la falta de educación emocional siguen siendo barreras enormes. Las políticas deben empezar desde la infancia, con programas que enseñen a reconocer y manejar las emociones."


El CONPES 34 y el Plan Territorial de Salud marcan avances en la inclusión de la salud mental dentro de la agenda pública de Bogotá. Sin embargo, ambos documentos presentan debilidades estructurales:


  • Falta de implementación efectiva: La ausencia de metas claras y recursos suficientes limita el impacto real de estas políticas.
  • Carencia de enfoques diferenciales: Grupos vulnerables siguen desatendidos en las estrategias propuestas.
  • Infraestructura insuficiente: Localidades como Ciudad Bolívar y Usme no cuentan con centros de atención inmediata, lo que perpetúa las barreras de acceso.


Como señala la psicóloga Ana Paula Marof:


"La salud mental debe ser tratada con la misma urgencia que cualquier emergencia médica. Bogotá tiene los planes, pero no los mecanismos para salvar vidas."


"La salud mental no tiene un acceso universal".

"Hoy existe una política pública de salud mental, pero siguen faltando cosas para atender mejor, sin duda. La salud mental no tiene un acceso universal; hay que democratizarla. Por ejemplo, para una persona que viva en el sur de la ciudad, en Ciudad Bolívar o Usme, es mucho más inviable preocuparse por su salud mental que para alguien de otras localidades. Esto pasa porque tienen menos tiempo, ganan menos dinero y enfrentan más dificultades. Hay que crear oferta pública para que esas personas puedan hablar de su salud mental completamente."


Julián Triana, concejal del Partido Verde